Un reloj mecánico es más que algo que indica la hora. Si se cuida adecuadamente, un buen reloj mecánico pasara de generación en generación. Pero para ello debemos realizar un buen mantenimiento de su mecánica, al igual que hacemos por ejemplo con los coches.
Limpia tu reloj
Usa un paño suave o de microfibras y limpia el armis y la carcasa para eliminar la suciedad o el polvo. Remoja el reloj en agua y jabón regularmente para ablandar la suciedad. Si el reloj tiene una correa de piel hay que evitar que se moje.
Dar servicio regularmente
Hay que dar servicio al reloj cada dos o tres años, independientemente de la duración de la garantía. Mejor estar seguro y detectar problemas antes de que sean un problema. Un buen mantenimiento es esencial para aumentar la vida del reloj.
Evitar imanes o campos magnéticos
Un imán o un campo magnético puede desajustar el mecanismo de un reloj mecánico. Los campos de gran intensidad son capaces de modificar e incluso de parar el mecanismo interno. Hoy en día estamos rodeados de pequeños campos magnéticos, y aunque normalmente no son campos de gran intensidad, en la medida de lo posible es mejor evitar que nuestro reloj este cerca de uno.
Conoce la resistencia al agua de tu reloj
Algunos usuarios de relojes no son conscientes de los límites de su reloj y lo sumergen demasiado profundo. Si el reloj es resistente al agua hasta 50 metros, no es aconsejable llevarlo a bucear. Si el reloj no está diseñado para las grandes profundidades, el cambio de presión estropeara el mecanismo. Si el reloj directamente, no es resistente al agua, puede soportar pequeñas salpicaduras de agua, pero es mejor evitarlo.
Cuida el cristal
Esto es bastante obvio, pero sigue siendo importante y vale la pena mencionarlo. Hay que evitar golpear el cristal del reloj contra la pared o cualquier otra superficie. Incluso un leve roce contra un material más duro que el cristal puede causar arañazos.
Mantener la caja original del reloj
Cuando no uses tu reloj, si dispones de un estuche o expositor especialmente destinado a la conservación de los relojes, es mejor guardarlo en la caja original. Al colocar el reloj de costado o en el cristal, siempre existe la posibilidad de que el reloj se raye. La caja del reloj está hecha para mantener el reloj seguro y protegido.
Además, si en algún momento quieres vender tu reloj, siempre tendrá un valor superior con su caja original y documentos.
Evitar la exposición prolongada a la luz solar
La luz del sol puede ‘quemar’ poco a poco el color del reloj. Las correas de piel o de caucho también sufren por largas exposiciones al sol.
Nunca abras tu reloj
Deja esto a un relojero. Abrir el reloj puede exponerlo al polvo, la suciedad y otras partículas que pueden entrar en el movimiento, por lo que es mejor dejar esto en manos de un profesional.
Usarlo de manera periódica
A diferencia de los coches, los relojes están pensados para funcionar continuamente. Que un reloj esté funcionando es el mejor modo de conseguir que sus lubricantes no se solidifiquen y, en consecuencia, se desajuste el mecanismo. No olvides usar de vez en cuando todos los relojes de tu colección.
Lee el manual de tu reloj
Estas pautas que comentamos son de carácter general, pero siempre habrá particularidades en cada reloj que es mejor conocer para no estropearlo con un mal uso o manipulación incorrecta.
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