La ‘Baselworld Watch and Jewellery Show” es una feria internacional de relojería y joyería anual, que se celebra en la ciudad de Basel, en Suiza. La feria se celebra en el edificio Messe Basel, y congrega a mas de 2.100 marcas participantes de aproximadamente 45 diferentes nacionalidades. La feria suele recibir aproximadamente a unos 100.000 visitantes anualmente.

Historia

En 1917 se inauguró la primera Schweizer Mustermesse Basel. La primera feria fue una demostración del desarrollo industrial de Suiza, y en la que había un pequeño espacio para la industria relojera. Para el año 1931, la parte de la feria dedicada a la relojería y joyería tenía su propio pabellón y paso a llamarse Schweizer Uhrenmesse (Swiss Watch Show). En los años 70 la feria invito a fabricantes de otros países que no fueran suizos. En 1983 la feria adopta el nombre de Basel por primera vez, y ya en el año 2003 pasa a llamarse BaselWorld.

El año 2018 BaselWorld anuncia un acuerdo con la otra gran feria del mundo de los relojes de lujo, ‘Watches & Wonders’ (formalmente conocido como Salón International de la Haute Horlogerie, o SIHH). En el comunicado se da a conocer un acuerdo entre las ferias para coordinar las fechas de sus celebraciones entre los años 2020 y 2024.

Este año 2020 ha sido la primea vez que la feria no se ha celebrado, debido a la pandemia mundial del Covid 19.

La caída de Baselworld

En el año 2018, el Grupo Swatch anuncio que a partir del año 2019 no acudiría a la Baselworld. Al Grupo Swatch pertenecen marcas como Blancpain, Breguet, Glashütte Original, Harry Winston, Longines, Omega o Tissot. Este mismo año 2018 había visto como la feria perdía a mas de 600 expositores. Otras marcas se sumaron mas tarde al abandono de la feria, como Breitling o Seiko.

A pesar de este durísimo golpe, la feria seguía contando con las marcas más grandes (Rolex, Patek Philippe, Chopard, …), y aunque con un día de duración menos, la feria continuó adelante en 2019.

Pero como ya sabemos, el año 2020 está siendo un año complicado. El Covid 19 irrumpio en nuestras vidas y en marzo de 2020 el planeta se paralizo. La feria que tenia que tener lugar en abril, se canceló.

Y es entonces cuando llega el anuncio de Rolex, Patek Philippe, Chopard, Chanel y Tudor. En abril de 2020, anuncian que se retiran de Baselworld y organizarían su propia feria en abril de 2021.

Motivos de la caída

Cuando algo así ocurre, sin duda es por mas de un motivo. Pero la razón principal del declive de la feria mas prestigiosa se puede resumir en una palabra: La codicia.

Acudir a la feria tiene un gran coste para los expositores. Las tarifas para participar en la feria cada vez eran mas altas. Para todo había que contratar personal de la propia feria, montaje de stands, infraestructuras, incluso el WiFi tenia que ser obligatoriamente el de la propia feria. Los hoteles, restaurantes y demás aumentaban sus tarifas cada año, llegando a ser un 500% mas que en los días previos o posteriores a la feria. Además, cada vez más, tenías la obligación de adelantar el dinero y contratar la habitación de hotel para toda la duración de la feria.

Estos detalles resultaban cada vez más difíciles de manejar, tanto para expositores como para visitantes, que, en un mundo globalizado y con tanta presencia online, cada vez veían menos necesario el asistir a una feria como esta. Cuando se anuncia un nuevo modelo, al minuto tienes la información al alcance en internet, por lo que asistir en persona a los lanzamientos cada vez es menos necesario. Y si el coste es tan elevado, razón de mas para no acudir.

Con la cancelación de la feria en 2020, la dirección de Baselworld toma su última y fatídica decisión. Deciden de manera unilateral, ‘posponer’ la feria correspondiente al 2020, a enero de 2021, sin consultar a las marcas.

Y he aquí el problema. No cancelan la feria, lo que supondría devolver cantidades millonarias que los expositores ya habían abonado, si no que la aplazan, de manera que su intención es la de no devolver el dinero.

Esto para marcas pequeñas que intentan abrirse camino es un desastre. Por lo que, se plantea la opción de reembolsar el dinero, a lo que la Baselword responde con varias opciones, en la que en todo caso reembolsaría una pequeña cantidad, quedando el resto para la celebración de la feria en 2021.

Estas medidas a marcas como Rolex no les sientan nada bien, y se lo hacen saber a la dirección de la baselworld: O se devuelve las tarifas integras o esto puede ser el final de la Baselworld. Ademas, la celebración de la feria en enero es una fecha poco adecuada para las empresas relojeras y se rompe con la coordinación con la feria ‘Watches & Wonders’ de celebrar ambas en fechas de abril.

La dirección de Baselworld no se echa para atrás e insiste en su decisión.

Y es aquí cuando llega el comunicado de Rolex, Patek Philippe y Chopard. Los que habían sido los mayores defensores de la Baselworld, por encima de sus propios intereses y por lealtad histórica con la feria, deciden marcharse y anuncian que a partir del 2021 mostraran sus novedades anuales en su propia feria, en consonancia con las fechas de Watches & Wonders Geneva, en el centro de exposiciones Palexpo.

¿Sera este el adiós a la mayor feria de relojería y joyería del siglo XX y XXI? Lo veremos en el 2021, pero desde luego la cosa no pinta bien para Baselworld. Y es que como se suele decir, la avaricia rompe el saco.

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Hay una relación muy especial entre el mundo del motor y el de los relojes de alta gama. Muchas ediciones especiales de relojes inspirados en el mundo del motor, en especial de competición. Relojes diseñados por y para pilotos de carreras. Relojes que comparten materiales de fabricación como el acero, titanio, carbono, etc.  Y es que hay muchas similitudes entre la maquinaria de un reloj mecánico y la del motor de un coche de carreras. Acero pulido, precisión, rendimiento, rasgos únicos que les imprimen carácter y personalidad, a unos y a otros.

Esto da como resultado relojes como este Chopard L.U.C. Engine One Tourbillon de titanio del que os venimos a hablar hoy. Una edición limitada de tan solo 150 piezas. 150 relojes que simbolizan el aniversario 150 de la marca creada por Louis-Ulysse Chopard en el año 1860 (el reloj se fabricó en el año 2010).

Chopard L.U.C. Engine One Tourbillon Titanium Edición Limitada de 150 unidades

Chopard diseño este reloj para parecerse a un bloque de motor de alto rendimiento. Tiene un diseño de caja muy inteligente. Las dimensiones exteriores lo convierten en un rectángulo de 35,4 mm de ancho por 44 mm de alto, aunque los extremos abultados le dan al dial una apariencia mucho más redonda.

Fabricado enteramente en titanio, el reloj tiene superficies pulidas en la parte superior e inferior, con secciones centrales con acabado satinado. Es un caso increíblemente ligero, una presencia que las imágenes simplemente no pueden transmitir adecuadamente.

El movimiento se dobla como el dial, y tiene dos franjas verticales texturizadas que parecen la parte superior de un motor de gran cilindrada. El movimiento L.U.C 1TRM se enrolla manualmente y está hecho y diseñado internamente por Chopard. Tiene un indicador que parece un indicador de reserva de combustible, que nos marca las 60 horas de reserva de energía disponibles. También se encuentra entre una rara raza de movimientos “Tourbillon” certificados por el cronómetro COSC, lo que hace que simplemente parezca un motor de alto rendimiento.

Pero, tal vez os estéis preguntando, ¿qué es el Tourbillon?

El Tourbillon (Torbellino en francés) es un mecanismo de relojería creado en 1795 por el relojero Abraham Louis Breguet. Se desarrollo para compensar el efecto irregular que produce la gravedad sobre la marcha del volante y la rueda de escape cuando el reloj permanece en reposo en la misma posición durante un cierto tiempo, sobre todo en los relojes de bolsillo. Consiste en un mecanismo que hace girar sobre su eje un armazón en forma de jaula (normalmente una vez por minuto) sobre el que se montan el volante y el escape del reloj.

Con la rotación del citado armazón en forma de jaula, el efecto producido por la fuerza de la gravedad sobre la marcha del conjunto volante/escape no se concentra siempre en el mismo sentido, promediándose. Así se consigue incrementar la precisión del mecanismo del reloj.

Dada la complejidad del mecanismo, algunas marcas no eran inicialmente capaces de realizar una estructura de este tipo, por lo que se vieron obligadas a comprar los talleres que ya estaban produciendo para sus propios productos.
Actualmente, un reloj equipado con un mecanismo de este tipo puede ser desarrollado de manera efectiva solamente por unas pocas fábricas especializadas.

En 1980 se montó por primera vez un Tourbillon en un reloj de pulsera. Originalmente concebido como un dispositivo para mejorar la precisión, los Tourbillones actualmente se incluyen en algunos relojes modernos de alta gama como un elemento exclusivo. El mecanismo suele estar visible mediante una ventana practicada a través de la esfera, mostrando su funcionamiento.

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